DINASTÍA POSADA. 150 AÑOS DE TOREROS

El CTL puso el "no hay billetes" al saloncito del "Gran Vía". Buen prólogo visual de la presidenta y simpatía y naturalidad de la familia torera Ambel Barranco "Posada" presente con tres matadores de toros: Antonio y los sobrinos Santiago y Juan Luis. Todos aludieron de forma extensa a Juan, padre, abuelo, matriz, censor y maestro, para explicar su trayecto con manías, contratos, alegrías y accidentes.

Reconocieron el momento dificil de la fiesta de los toros, y Antonio hizo hincapié en que el toro mantiene la fiesta para todos. Santiago, apuntalando los malos tiempos actuales, dijo:"Es la profesión más dura, cabrona, distinta y bonita pues lo de dominar a un animal no se vive ni puede compararse con nada a nivel mundial". Señaló como problema real de la fiesta "el monopolio brutal, que no da paso y oportunidades a los nuevos. En veinte años han salido tres figuras y debiera haber habido veinte. Ocurre con los ganaderos. Ese es el problema y no el el de los ´antis´. Ahora parece que empieza a abrirse paso alguno".

Juan Luis, que empezó a ser torero a contrapelo con el apoyo crucial de sus "contertulios", quiso convencer de que "el toreo hay que venderlo como cultura, ya que la cultura nunca pasa de moda, y debe irse a la plaza a ver cómo un hombre le hace algo a un animal fiero al que domina. Cosa que no ocurre en ningún espectáculo".

Concluyeron razonando que una buena medida de atracción a la fiesta sería abrir las dehesas al público con tentaderos, que la mayoría desconoce y "vender" las faenas de encerrar con caballos, curar, enfundar, embarcar y otros mil detalles ¡Como en Guarromán con cuatro privilegiados, tres zapatos y dos hojaldres!

Pedro Mari Azofra.
Publicado en El Correo el lunes 9 de Noviembre de 2015.