HISTORIA
Fue en el invierno de 1949 cuando se fraguó la fundación del Club Taurino Logroñés. El 15 de enero de ese año se constituye con ese nombre, si bien hasta el 4 de marzo no se dio la presentación oficial. Tuvo lugar ésta en el desaparecido cine "Rialto", espacio que hoy ocupa la Sala Cultural Gonzalo de Berceo de la capital riojana.
Desde entonces hasta hoy veinticuatro han sido los presidentes que la han dirigido. José Fernández González inició toda una estela, que continúa, después de sesenta y cinco años de vida, con su actual presidenta Doña Concepción Martínez Rico.
La primera sede estuvo localizada en el café "Los Leones". Luego, el café "Royalty", el Hogar Asturiano o el bar "La Simpatía", ubicado en la popular calle de "Laurel", fueron otros rincones donde el poso del club fue calando en el ambiente logroñés hasta que en 1981, y de la mano de Marcelino Magaña, se inauguró la que hasta Enero de 2014 fué la sede en la calle Avenida de Colón. Desde que se dejara esta sede, por votacion en asamblea extraordinaria y con mayoría absoluta, el domicilio social está en Bar-Jamonero "El Burladero" en Avda, Pérez Galdós 35.
La vida de este sexagenario club está repleta de actividades que ha ido variando en su contenido a medida que también la sociedad logroñesa lo ha ido haciendo. Así tras de los primeros balbuceos, de las iniciales capeas, de la organización de algún festival y de tertulias reducidas a un elegido grupo de aficionados, se ha ido pasando a eventos enfocados a un colectivo más amplio y que a día de hoy forman parte de la historia paralela del propio club y de la ciudad de Logroño.
El Ciclo de Conferencias ha cumplido ya su trigésimoseptima edición. Casi las mismas ediciones lleva celebrándose el Concierto de Música Taurina. Del año 1972 data el primer Pregón Taurino de las fiestas de San Mateo. Si son estas las actividades que reúnen año tras año a un numeroso y fiel grupo de aficionados y amigos, no son menos importantes esos otros compromisos que, persiguiendo uno de los fines que figuran en los estatutos (divulgar la cultura taurina), siguen vivas en pos de crear afición, de disfrutar de la emoción que conlleva este arte y de perseverar en la idea de que nuestra Fiesta tiene futuro.